HAEMOPHILUS.
Grupo de pequeñas bacterias
polimorfas gramnegativas que necesitan medios enriquecidos, (por lo
general con sangre y sus derivados para su aislamiento).
Algunos tipos son Haemophilus
influenzae de tipo B
Haemophilus ducreyi (de transmisión
sexual).
Otras bacterias del género forman
parte de la microflora normal de la mucosa y solo algunas veces
producen enfermedad
.
HAEMOPHILUS INFLUENZAE:
Se detecta en las mucosas de las
vías respiratorias altas en el ser humano. Es causa importante de
meningitis en niños e infecciones respiratorias.
MORFOLOGIA E IDENTIFICACION:
MICROORGANISMOS TIPICOS:
En las muestras de infecciones
agudas los microorganismos son bacilos concoides cortos (1.5Mm). La
morfología depende de la edad y del medio. A las 6 o 8 h en un medio
enriquecido, predominan las formas coco bacilares pequeñas. Más
tarde hay bacilos más largos, bacterias que experimentan lisis y
muchas variantes polimorfas.
Los microorganismos en cultivos
jóvenes (6 a 18) en un medio enriquecido tiene una capsula definida.
Su cultivo es en agar chocolate se
presentan colonias planas de color pardo grisáceo con diámetros de
1 a 2 mm después de 24 h de incubación. (No se multiplica en agar
sangre de cordero).
H. influenzae se puede tipificar
mediante aglutinación en portaobjetos, conglutinación con
estafilococos o aglutinación de partículas de látex recubiertas
con anticuerpos de tipo específico. También por
inmunofluorescencia.
PATOGENIA:
H. influenzae (tipo b) no produce
exotoxinas, la capsula de polirribosa es el principal factor de
virulencia.
*H. influenzae tipo b: produce
meningitis, neumonia y empiema, epiglotitis, celulitis, artritis
séptica y a veces otras formas de infección invasiva.
*H. influenzae no tipificable:
tiende a producir bronquitis crónica, otitis media, sinusitis y
conjuntivitis
MANIFESTACIONES CLINICAS
Entra a través del aparato
respiratorio.
A veces se presenta una
laringotraqueitis obstructiva fulminante con epiglotis edematosa y de
color rojo cereza en los lactantes que obliga a una traqueostomia
inmediata o intubación como procedimiento para salvar la vida del
paciente, la neumonitis y la epiglotitis pueden presentarse después
de infecciones respiratorias altas en niños pequeños y personas
ancianas o debilitadas.
La tasa de mortalidad de la
meningitis por H. influenzae no tratada puede ascender a 90%. Muchas
cepas son susceptibles a la ampicilina, pero hasta 25% producen
lactamasa B bajo control de un plásmido transmisible y son
resistentes.
Básicamente todas las cepas son
susceptibles a la cefalosporina de tercera generación. La cefatoxima
administrada por vía intravenosa produce resultados excelentes. El
diagnostico inmediato y el tratamiento antimicrobiano son esenciales
para disminuir la alteración neurológica y mental tardía.
EPIDEMIOLOGIA, PREVENCION Y CONTROL.
Se transmite entre personas por vía
respiratoria.
Puede prevenirse mediante la
administración de la vacuna conjugada de haemophilus b aplicada a
los niños.
En la actualidad se dispone de tres
vacunas conjugadas: PRPHbOC en la cual el conjugado es CRM19, una
toxina diftérica no toxica; PRP-OMPC, complejo de proteína de la
membrana externa de Neisseria meningitidis; y PRP-T, que utiliza
toxoide tetánico.
A partir de los dos meses de edad a
todos los niños se les debe inmunizar con una de las vacunas
conjugadas.
Con estas medidas se ha podido
reducir la frecuencia de meningitis en más del 95% por el mismo
microorganismo en los niños.
HAEMOPHILUS DUCREYI
Produce el chancroide (chacro
blando), una enfermedad de transmisión sexual. El chancroide
consiste en una ulcera rasgada en los genitales, con edema e
hiperalgesia dolorosa intenso. Los ganglios linfáticos regionales
están aumentados de tamaño y son dolorosos.
Los bacilos
gramnegativos pequeños se encuentran en cordones en las lesiones, se
multiplica mejor en los raspados de la base de la ulcera en agar
chocolate que contiene isovitalex al 1% y vancomicina, 3 Mg/ml, e
incubados en CO2 al 10% a una temperatura de 33°C. No hay inmunidad
permanente después de la infección por chancroide.
El tratamiento con ceftriaxona
intramuscular, trimetropim-sulfametoxasol oral o eritromicina oral a
menudo produce la cicatrización en dos semanas.
BORDETELLA
Existen varias especies entre ellas
la: Bordetella pertussis, es un microorganismo patógeno ‘muy
contagioso e importante en el ser humano, produce tos ferina.
Los microorganismos son cocobacilos
gramnegativos diminutos que se parecen a H. influenzae. En la tinción
con azul de toluidina, se pueden demostrar gránulos meta cromáticos
bipolares. Contiene una capsula.
Su aislamiento exige medios
enriquecidos.
Los bacilos gramnegativos de tinción
débil pequeños se identifican mediante la tinción
inmunofluorescente. B. pertussis no es móvil.
El microorganismo es un aerobio
estricto y forma acido pero no gas a partir de glucosa y lactosa.
PATOGENIA
Sobrevive solo durante breves
periodos fuera del hospedador humano. No hay vectores. La transmisión
en gran parte es por la vía respiratoria de casos en etapas
iniciales y posiblemente a través de portadores. El microorganismo
se adhiere a la superficie epitelial de la tráquea y los bronquios y
se multiplica rápidamente e interfiere en la acción ciliar. No hay
invasión de la sangre.
MANIFESTACIONES CLINICAS
Después de un periodo de incubación
de casi dos semanas, sobreviene la etapa catarral, con accesos de tos
leve y estornudos. Durante esta etapa, un gran número de
microorganismos son pulverizados en las gotitas y el paciente es muy
contagioso pero no está muy enfermo. Durante la etapa «paroxística»,
la tos desarrolla su carácter explosivo y el característico
«coqueluche» con la inhalación. Esto lleva al agotamiento rápido
y puede acompañarse de vómito, cianosis y convulsiones. El
coqueluche y las complicaciones principales se presentan sobre todo
en los lactantes. Pocas veces la tos ferina se acompaña de
complicaciones graves y potencialmente mortales como la encefalitis.
TRATAMIENTO:
Es susceptible a varios fármacos
antimicrobianos invitro. La administración de eritromicina durante
la etapa catarral de la enfermedad favorece la eliminación de los
microorganismos y puede tener utilidad en la profilaxis. El
tratamiento tras el inicio de la fase paroxística pocas veces
modifica la evolución clínica.
Todo lactante debiera recibir tres
inmunizaciones contra la tos ferina durante el primer año de vida
después de una serie de refuerzos hasta un total de cinco dosis.
Las vacunas a celulares tienen por
lo menos dos de los siguientes antígenos: toxinas de la tos ferina
inactivada, hemaglutinina filamentosa, proteínas fimbriales y
pertactina. (Se debe usar un mismo producto durante una serie de
inmunización).
La fuente de la infección suele ser
un paciente en las primeras etapas catarrales de la enfermedad. Es
considerable la contagiosidad y fluctúa de 30 a 90%. Casi todos los
casos se presentan en niños menores de cinco años; la mayor parte
de las muertes ocurre durante el primer año de vida.
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