domingo, 23 de junio de 2013

PROPIEDADES GENERALES DE LAS RESPUESTAS INMUNITARIAS CITLALIC DEL CARMEN ANTONIO RUIZ





PROPIEDADES GENERALES DE LAS RESPUESTAS INMUNITARIAS



El término inmunidad deriva de la palabra immunitas, término que designa la protección ofrecida a los senadores romanos como defensa frente a cualquier acción judicial durante el ejercicio de su cargo.
Las células y las moléculas responsables de su ejecución constituyen el sistema inmunitario, y su reacción conjunta y coordinada frente a la entrada de sustancias ajenas de denominada respuesta inmunitaria.
La función fisiológica del sistema inmunitario consiste en la defensa contra los microorganismos infecciosos. Sin embargo, incluso una sustancia ajena que no tenga carácter infeccioso puede despertar una respuesta inmunitaria.
Los mecanismos de la inmunidad innata aportan la primera defensa contra las infecciones. Las respuestas inmunitarias adaptativas surgen más tarde y consisten en la activación de los linfocitos. Las cinéticas de las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas no son más que aproximaciones y pueden variar en las diversas infecciones.
INMUNIDAD INNATA Y ADAPTATIVA
La inmunidad innata (también llamada inmunidad natural o espontánea) aporta la primera línea de defensa frente a los microbios está constituido por unos mecanismos de defensa celulares y bioquímicos ya instaurados incluso antes de contraerse la infección y preparados para responder con rapidez una vez producida.
A diferencia de la inmunidad innata, hay otras respuestas inmunitarias que son estimuladas por la exposición a los microorganismos infecciosos, cuya magnitud y capacidad defensiva crece con cada exposición sucesiva a un microorganismo concreto. Dado que esta forma de inmunidad aparece como respuesta a una infección y se adapta a ella, recibe el nombre de inmunidad adaptativa. Sus características definitorias son una exquisita especificidad frente a diversas moléculas y la propiedad de –recordar- las exposiciones repetidas al mismo microbio para responder con mayor energía.
 
 La imunidad humoral depende de los linfocitos B y de sus productos de secreción, los anticuerpos y actúa en la defensa contra los microorganismos extracelulares.
La inmunidad celular es tarea de los linfocitos T y de sus productos, como las citosinas y tiene importancia para la defensa contra los microbios intracelulares.

 
En la inmunidad humoral, los linfocitos B segregan anticuerpos que impiden las infecciones y eliminan los microorganismos extracelulares. En la inmunidad celular, los linfocitos T cooperadores activan la supresión de los microbios fagocitados en los macrófagos o los linfocitos T citotóxicos destruyen directamente las células infectadas.
La inmunidad puede adquirirse tras las respuestas a un antígeno (inmunidad activa) o mediante el paso de anticuerpos o de células procedentes de una persona(inmunidad pasiva).


La inmunidad activa obedece a una respuesta del huésped frente a un microorganismo o a un antígeno microbiano, mientras que la inmunidad pasiva se adquiere por la transferencia adoptiva de anticuerpos o linfocitos T específicos para el microbio. Las dos formas de infección aportan una resistencia a la infección y son específicas para los antígenos microbianos, pero solo las respuestas inmunitarias generan una memoria inmunitaria.


Características principales de las respuestas inmunitarias adaptativas